A la luz de lo acontecido en la ocupación del IAVA y de recurrentes opiniones contra sindicatos u organizaciones sociales y gremios, por parte de una serie de periodistas que recurren en esa práctica, cabe preguntarse si esa forma impune de intentar generar opinión contraria a los que luchan por sus derechos es periodismo u otra cosa.
En la escalinata del IAVA el notero de VTV y su camarógrafo provocaron a los estudiantes, está perfectamente documentado, un hecho vil tratándose de menores de edad, ante la solicitud de los mismos de que se respetara una distancia mínima le ponían el micrófono en la cara y prácticamente que apuntaban al rostro con la cámara, inclusive es tan grande su soberbia que emitieron los hechos en el informativo y los reivindicaban.
Cabe preguntarse, si acaso apretar con un micrófono un hombre alto y fornido a una joven adolescente, no es un hecho de violencia que debe ser condenado, cabe preguntarse si el rol del periodismo es documentar los hechos o generarlos, como puede ser que un periodista adulto presione así a los jóvenes y busque una reacción.
Lo peor de todo, es que en el informativo el conductor del programa además de reivindicar el aprete a los menores, critíca la presencia de banderas de sindicatos y se burla de los mismos en forma directa, cabe preguntarse si burlarse de una organización sindical legítima y reconocida inclusive por el propio MTSS es periodismo o es otra cosa.
Existe un hilo delgado entre el periodismo que asegura derechos y documenta lo acontecido y el amarillismo que provoca y busca generar hechos o hace mandados a los poderosos de turno.
La provocación es una forma de violencia, el burlarse también, el amenazar con agarrar del pelo a un estudiante es parte de lo mismo.
Después para lavar sus culpas, se inventan infiltrados, se somete al escarnio público a los que caen en la provocación y reaccionan, se estigmatiza, se busca centran la atención en un hecho provocado por la actitud agresiva del cronista y que la lucha de los estudiantes pase a un segundo plano.
Por suerte no han logrado su objetivo, los estudiantes han dado un ejemplo de lucha y resistencia, pese a la provocación de las autoridades del CODICEN y SECUNDARIA, que buscan con esfuerzo perfilarse de cara a las internas de sus partidos políticos y quieren a toda costa resaltar en una adicción por las cámaras televisivas que genera asco.
En un liceo que se llueve, caen escombros del cielorraso, no funciona el ascensor, la prioridad es hostigar al gremio estudiantil y a los sindicatos.
Acaso se busca generar una cortina de humo y que escándalos de corrupción y degradación moral que son de público conocimiento pasen a segundo plano, será el mandado que Miguel Nogueira tiene que hacer.
Si sabremos los ferroviarios del periodismo que barre para debajo de la alfombra y que no aparece en conferencias de prensa pero está en todos los líos y que siempre responde al gobernante de turno.
¿Es periodismo obviar todo ese contexto, obviar la edad de los protagonistas, prepotear y burlarse?