El gobierno aplica el derecho privado a los obreros pero no a las altas jerarquías de las paraestatales, esto ha vuelto un feudo de clientelismo político que escapa a los controles parlamentarios o del tribunal de cuentas.

Un ejemplo de esto es el recorrido de Gerardo Urse, que abandonó la Intendencia de Montevideo luego del fracaso del corredor Garzón, pasando a Servicios Logísticos Ferroviarios Sociedad Anónima (SELF SA) cuando esta no tenia funcionarios y luego a Corporación Ferroviaria del Uruguay Sociedad Anónima (CFU SA).

Es importante remarcar que Urse carecía de experiencia en construcciones ferroviarias y que sino fuera por el trabajo de los sobrestantes de AFE la situación actual sería peor, además muchos trabajadores de AFE que se acogieron a retiros incentivados terminaron trabajando en CFU SA, generando un doble costo.

SELF SA es la paraestatal 51% propiedad de AFE y 49% de la CND.

CFU SA es la paraestatal 100% propiedad de CND.