Lamentablemente el nuevo Gerente General de Servicios Logísticos Ferroviarios, Fernando Valls, ex- Secretario General de AFE, ex- Gerente General de AFE y que mantuvo una pésima relación con el sindicato en el sector público, ordenando sancionar a un trabajador por realizar un paro, ordenando el lock-out patronal de la estación Carnelli, mandando tapar muros con consignas en su contra a empresas de propaganda que ha utilizado también para promocionarse a la dirección del club Peñarol (donde no tuvo éxito) y que son las mismas que utilizó el sector 711 en la campaña fuerza Raúl ( que tampoco tuvo éxito). Dicho personaje ahora a cargo de la paraestatal ha instalado un sistema de cámaras para vigilar y hostigar a los obreros del taller diesel de SELF SA, el hostigamiento y persecución se ha recrudecido a partir de las medidas sindicales tomadas por los trabajadores.
En lugar de preocuparse en gestionar correctamente la Paraestatal propiedad del pueblo uruguayo, se dedica a jugar al gran hermano ferroviario gastando miles de dólares en cámaras, en vez de comprar repuestos o capacitar al personal.
Se trata de un taller con 13 trabajdores en dos turnos y el uso de las cámaras consiste en llamarlos por celular y advertirles que los estan viendo quietos y amenzándolos con sanciones, constituyendo un claro caso de acoso y persecución.
Además fue observado el delegado del taller luego de una movilización, por no aceptar realizar tareas que en un conflicto por categorías constituían una clara provocación.
Queremos recordar que Fernando Valls no accedió al cargo por concurso, sino por cuota política y que la dirección de SELF SA es también política, por lo que las acciones de persecución y hostigamiento tienen una clara responsabilidad política.
Esta dirección ha priorizado la contratación de mano de obra extranjera de General Electric Brasil, cuando los trabajdores nacionales podían hacer la tarea, gastando miles de dólares, claramente no hay una visión de desarrollo de capacidades nacionales.
Que podemos esperar de las más rancias patronales, que golpean a los asalariados rurales por ejemplo, si desde la dirección política de una paraestatal se invierte en un costoso sistema de videohostigamiento para perseguir a 13 trabajadores que reclaman hace un año, salario, recategorización y capacitación.
Hemos realizado y continuaremos realizando las denuncias de estos procedimientos anti-obreros y claramente represivos.
En Bolivia por ejemplo se ha prohibido el uso de camaras para controlar a los trabajadores y consideramos que el movimiento sindical uruguayo debe ir por ese camino.