Hace 41 años atrás, el 1 de octubre de 1977, autoridades de la dictadura habían convocado a los canales, radios y diarios para presenciar la mayor explosión en una cantera uruguaya, lo que permitiría incrementar la producción como parte del Plan Nacional de Desarrollo 1973-1977, un verdadero circo político.
Persiguiendo al sindicato habían destituido a la mayor parte de los trabajdores con experiencia en explosivos y se acumularon cajas de gelinita como para demostrar al país la gran capacidad del gobierno militar.
Además se presionó con terror a los obreros, porque nada podía fallar.
El magneto que provocaba la detonación había sido reparado el día anterior y presentaba fallas, antes de la gran explosión se realiza una prueba del mismo con una cápsula detonante, la misma se realiza en las cercanías de las cajas y esto provoca la gran explosión que acabó con la vida de 15 obreros ferroviarios, dejando como desaparecido a Heriberto Guevara cuyo cuerpo fue pulverizado por la exposión.
Lamentablemente las más grandes tragedias ferroviarias han respondido a circos organizados por los políticos de turno, más reciente en el tiempo la tragedia de Young.
En estos días dos circos políticos buscaron usar el ferrocarril para promover su aspiraciones electorales, pintando máquinas y reinaugurando líneas de pasajeros sin plan de gestión ninguna, nuevamente los políticos de turno juegan con el cadaver insepulto de AFE.
A los familiares de los muertos y a sus compañeros nuestro apretado abrazo en esta tán oscura fecha para la familia ferroviaria.
NO MAS CIRCOS POLÍTICOS EN EL FERROCARRIL