Hace algunas semanas recibimos la noticia de que los compañeros de tráfico en Verdum habían sufrido el robo de varias pertenencias personales producto que ingresaron personas ajenas al ente por la fuerza al deteriorado edificio de la estación.
Por este motivo nuestra comisión de seguridad y salud en estos días se traslado nuevamente hasta el departamento de Lavalleja a conversar con los compañeros para tomar nota de cuáles son las condiciones de trabajo en la actualidad.
Cuando se dio el cierre de obra por el ferrocarril central y se distribuyo el personal en las líneas activas la Unión Ferroviaria pudo concretar un viejo reclamo de los compañeros del lugar con la colocación de un tanque de agua y una bomba que corrigió una falencia de muchos años que no había presión de agua y era imposible ducharse en invierno.
Si bien una vez enterada la empresa del incidente comenzó un proceso de colocación de rejas en algunas de las aberturas, AFE sigue estando en deuda con sus funcionarios en su responsabilidad de brindar condiciones mínimas de trabajo, violentando todas las reglamentaciones vigentes en materia de seguridad y salud.
Nos tocó visitar la estación en un día inhóspito de lluvia torrencial, si bien conocíamos la realidad, el ingreso al predio de la estación se transformó en una travesía por el estado de la camineria y estar en el lugar donde se alojan los compañeros en el momento de la tormenta fue tenebroso, es la triste realidad del ferrocarril en casi todas las instalaciones del interior y también en otras de Montevideo.
La desidia acumulada de los directorios de AFE que han desfilado todos estos años es una ofensa a quienes a diario sostienen lo poco que queda del ferrocarril público yendo a trabajar en condiciones cuasi esclavistas, primero pasaron los “progresistas” y miraron para el costado, ahora es el turno de los que se sienten “ferroviarios” y parecen venir con la misma táctica del siga siga.
Instalaciones eléctricas vetustas y peligrosas, techos rotos, sin cielorraso, tirantes podridos, baldes y latones aguantando el chaparrón porque se llueve como afuera, puertas y ventanas en muy mal estado con filtración de agua, el calefón tapado con nylon para no quedar electrocutados cuando llueve.
Parece ser Verdum un lugar hoy ensañado con los trabajadores organizados vemos con preocupación la situación de Ancap, el envío al seguro de paro de trabajadores de la carga de cemento y esta cruda realidad de nuestros compañeros a los que solo les falta pedirle a la virgen del lugar un milagro.
Cómo los milagros no existen el camino elegido tiene que ser el de siempre, la lucha.
Este miércoles los ferroviarios y ferroviarias paramos contra el hambre y la desigualdad, contra la rebaja salarial, contra el desmantelamiento del ferrocarril público, por ingreso urgente de personal, por presupuestación y reestructura, pero también para abolir de una vez por todas la cultura esclavista que reina desde siempre en la ex gerencia de explotación y sus jerarquías serviles y explotadoras.
“No pasarán”
“Arriba las y los que luchan”