El 25 de junio de 2020 la Unión Ferroviaria emitía una carta abierta al movimiento sindical, en el marco de la Pandemia, una carta que pedía enfrentar con firmeza la rebaja salarial, que pedía una orientación clara, que priorizaba una posición común al sálvese quién pueda, que arropaba a los sindicatos más débiles o perseguidos.

En otras palabras, una posición que buscaba la unidad de acción común de la Convención Nacional de Trabajadores, la unidad para luchar, en definitiva el motivo por el que fue creada esta herramientas por las distintas corrientes sindicales en su momento.

El resultado de esa orientación timorata, fue que nos aplicaron un ajuste con rebaja salarial y la crisis la pagamos los trabajadores.

Fue también en ese período cuando el Presidente del Pit-CNT en ejercicio (Fernando Pereira), llamaba a hacer PARO GENERALES  pero con el Transporte circulando y tuvimos más de uno de esas características, verdaderos fracasos de decisiones ligadas a la opinión de encuestadoras y no a lo que realmente es de interés de los trabajadores.

Hoy de cara a la aprobación de la LEY DE REFORMA REGRESIVA DE LA SEGURIDAD SOCIAL, nos encontramos con un escenario igual al de la Pandemia, NO HAY UNA ORIENTACIÓN CLARA o por lo menos no se deja ver la misma y ahí comienza el sálvese quien pueda y comienza el reclamo corporativo, y la defensa de mi caja o de mi bonificación o lo que fuera y el resto de los oprimidos que se manejen, que no entiendan porque se está parando, que se los deje indefensos.

Es inaudito e inaceptable que el secretariado ejecutivo no halla sesionado por falta de quórum, es una falta de respeto al conjunto de la clase trabajadora, es también un echo triste en una Pit-CNT que fue creado con la sangre de nuestros mártires.

En diciembre pasado, la coordinación de sindicatos propuso un plan de acción, una tendencia de orientación, la misma fue rechazada, rechazada inclusive por sindicatos que hoy convocan a parar el martes 25, una propuesta que ponía el tema de la reforma en la mesa, lo bajaba a plenarios y asambleas, en el acierto o el error era una propuesta que orientaba, ajena a los debates parlamentarios, independiente.

Mientras tanto los patrones con la heladera llena, engordando y aprovechando para despedir delegados, golpeando la organización sindical, despidiendo y rebajando sueldos por la vía del descuelgue, con el revolver en la cabeza del obrero al grito de salario o trabajo.

Los popes de la economía respiran aliviados, no habrá déficit, que los esclavos trabajen hasta morir.

Hace 50 años se libró frente a una crisis otra batalla por parte del movimiento obrero, una lucha clara en defensa de la libertad y con una perspectiva de revolución social, en enfrentamiento claro a los patrones y represores, una vez perdida la batalla tres sindicatos elaboraron también un documento conocido como las tres F (FUS FOEB FUNSA), hicieron pública su posición y su análisis  no era, pese al desenlace,  un planteo derrotista al contrario.

En dicho documento se ubicaban claramente las diferencias metodológicas a la hora de actuar, sin duda que las vacilaciones del reformismo costaron muy caras, sin duda que la represión golpeó fuerte.

Hoy el reformismo coloca a la huelga general del 73 en el altar, intenta construir un relato donde predomina una visión romántica , jamás se analiza el porqué del levantamiento de la misma y la posterior consolidación del régimen fascista.

Nos parece interesante transcribir un par de fragmentos, de aquel importante documento:

“ Es en la práctica de un sindicalismo conciliador, en el ablandamiento sistemático de los métodos, en la condena constante, por parte de sectores del movimiento sindical, de toda expresión de radicalización en los métodos de lucha, todo ello unido a la falta de planes apropiados, en la carencia de una estructura sindical adecuada, asimismo como en la carencia de cuadros intermedios arraigados en la base, en la práctica de un sindicalismo reivindicativo, desvinculados de los aspectos programáticos es donde debe buscarse la explicación de las graves carencias que varios gremios evidenciaron, a tal grado que la huelga no pudo mantenerse e incluso, en algún caso, decretarse en forma efectiva”

“ Ningún gremio fue derrotado, fue derrotado un estilo, un método, una concepción del trabajo sindical”

“A TODOS LOS NIVELES DEL MOVIMIENTO POPULAR HAY QUE LUCHAR PARA LOGRAR LA MENTALIDAD DE LA RESISTENCIA, HEMOS HECHO UNA EXPERIENCIA. HEMOS LIBRADO UNA BATALLA. SERÁN OTRAS BATALLAS. SOMOS INVENCIBLES. SOMOS UN PUEBLO QUE NO SE DEJA ARREAR”

Hoy como ayer, somos y nos sentimos  integrantes de pleno derecho de la Convención y exigimos que la Mesa Representativa oriente, que sea ordenada y no de monólogos en los informes y brazos de yeso o aún peor mancos, la Mesa no puede no resolver, no puede no orientar.

Evidentemente mucho nos falta para estar a la altura de aquellos que dieron hasta su vida por un mundo mejor, pero si nos sentimos herederos de una tradición de lucha y acción colectiva, lejos del frio de la sala de negociación vacía, con el pescado vendido, con el cordero degollado.

La Convención se creó para actuar, para organizar, debe hacerlo, lejos de la política del avestruz que esconde la cabeza y deja el cuerpo al alcance de los leones.

Por esa razón estamos parando el 25 de abril, no por defender una chacra o un beneficio, paramos en contra de una reforma que nos roba años de vida, que desfinancia el BPS, que deja pensionistas en la ruina, que pagará peores jubilaciones.

Paramos porque en un mundo donde la tecnología ha aumentado en forma fantástica la productividad del trabajo, el salario real sigue cayendo y la diferencia entre ricos y pobres es mayor que nunca, quien nos asegura que habrá trabajo para nosotros cuando la automatización e inteligencia artificial arrase con los empleos.

Paramos en contra de la falta de orientación, asumimos el riesgo en un sindicato que viene golpeado, en un sindicato sufrido, pero rico en solidaridad .

No a la reforma del sobretodo de madera.