En los últimos días nos hemos visto impactados por la barbarie de la guerra, obviamente siempre hay una guerra activa en el mundo y lamentablemente siempre las habrá a menos que la humanidad escoja el camino del reparto justo y cese la explotación y opresión.

El conflicto entre Israel y Palestina o Palestina e Israel, lleva desde el fin de la segunda guerra mundial, fogoneado por las ambiciones de los imperios durante la guerra fría, a costa del sufrimiento de los inocentes.

El componente religioso se suma al geopolítico y crea una combinación infame que lo arrasa todo, sin piedad, sin límite, ingresando en lo no humano, en lo genocida.

Hoy en el mundo hay activas guerras entre varios países y guerras civiles dentro de ellos mismos, a lo que se suma las guerras del narcotráfico, los soldados de esas guerras son en su inmensa mayoría los pobres del mundo.

Ante que estallara en medio oriente, en el Cáucaso nuevamente los Armenios expulsados de sus territorios ancestrales, previo a eso guerra civil en Etiopía, golpes de estado en África central, las guerras subsaharianas, el conflicto en Siria, el conflicto entre Turquía y los Kurdos, en Yemen una guerra sin fin, la mentada guerra entre Rusia y Ucrania, alzamientos y guerrilas en diferentes partes, Colombia, Paraguay, Peru, Filipinas, Camboyo, Congo, la guerra del narcotráfico en Méjico y porque no mencionarlo también en Uruguay con homicidios como nunca.

Intereses económicos siempre atrás, o petróleo o litio o coltano u otros minerales, agua y tierra para los cultivos, droga o tráfico de personas, hay en el mundo 108 millones de personas desplazadas, mientras tanto creamos inteligencias artificiales o robot, los usamos para matar con drones y otros ingenios.

Mientras sube el trigo y otros alimentos producto de estas guerras, suben las acciones de la industria del armamento mundial, Estado unidos a la cabeza, seguida por China, Alemania, España , Israel, Rusia e inclusive Brasil.

Hoy la humanidad ha avanzado en su capacidad técnica y productiva como nunca se había imaginado, pero cuando se vislumbra el amanecer de tener mayor tiempo libre para el recreo, la creación y la vida , enseguida las negras nubes de la explotación nos sumergen en la noche de su calvario, si viven más trabajen más nos dicen, si ganan más ahorren solo para ustedes, si no pueden consumir lo que desean endeudese hasta el último día, seguimos haciendo de trueno y es para otros la llovida.

Lo vemos en todos los temas, una salud para ricos y otra para pobres, una educación para ricos y otra para pobres, la barbarie en su apogeo, el egoísmo se proyecta en una guerra entre pobres que gotea muerte en los barrios humildes, la militarización del aparato policial y su sofisticación en sistemas de espionaje y vigilancia, ni que hablar de la contaminación sin cesar del planeta, seguimos sembrando vientos y cosechando tempestades.

Desde un sindicato, lo que podemos decir es que se debe parar con esta barbarie, la única forma es fortaleciendo las organizaciones sociales, generando la independencia del poder político o religioso, no hay otra forma, el pueblo encontrando su camino, sin interferencia de los que sustentan un sistema mundial de explotación y opresión, no serás fácil pero es posible, ya no podemos creerle más a los que nos piden seguir esperando el derrame de las mieles productivas, para nosotros derrama desempleo, violencia y más años de explotación.