Se acerca un nuevo congreso del pit cnt, las corrientes y filiales expresan sus puntos de vista.
En particular nos queremos referir a aquellos planteos de la mayoría (integrada por alianzas insospechadas) que buscan achicar la mesa representativa.
La mesa representativa es la asamblea de los sindicatos que integran el PIT CNT, surge su integración de los congresos, han existido siempre diferentes posicionamientos uno que plantea que no halla exclusiones, que todos los sindicatos que quieran integrarla lo hagan, el planteo democrático, que no cercena o castra la participación, el planteo que apuesta a la conformación de una asamblea donde todos los sectores de actividad estén representados. Este planteo va de la mano de la fórmula de un sindicato un voto, no establece diferencias entre el valor de la opinión de un pescador frente al de un maestro, todas las opiniones de los diferentes sectores del mundo del trabajo son iguales, porque la mesa representativa es la dirección del movimiento obrero y debe nutrirse de lo que pasa en todo el mundo del trabajo, no es válido que se resuelva solo con la mirada de un oficinista y se deje afuera un alambrador, o que un profesor de la educación privada defina por un ferroviario. La mesa sin exclusiones asegura que las consultas al respecto de lo que se deba resolver, lleguen a todos los sectores de actividad, es una de las trenzas de la unidad, es germen de democracia obrera, busca comprometer a todos los sindicatos que estén dispuestos a militar por la convención a integrar su conducción y hacer su aporte.
Algunos les restan importancia a la composición de la mesa y su tamaño, lo ven como algo menor, seguramente ya tienen asegurado su lugar, la ambición y la soberbia los gobierna, una soberbia que puede sembrar la semilla de la ruptura de la convención, el considerarse más que otro porque mi sindicato tiene más afiliados o porque tengo un mejor salario es una concepción vanguardista y que atenta peligrosamente contra la unidad del movimiento obrero.
En ningún sindicato, en ninguna asamblea, los trabajadores toleraran ser excluidos de la misma, en asambleas de delegados cada sector de la industria o taller o colegio no aceptara que su opinión sea excluida porque en la faena hay más trabajadores que en el desosado, esa metodología de la exclusión se basa en una concepción de superioridad y también en el autoritarismo.
El organismo donde se expresa la diferente cantidad de afiliados de los sindicatos es el CONGRESO, ahí si, los sectores con más trabajadores tendrán más congresales y ahí se traza el programa de la clase, pero ese programa no es una biblia, porque somos una convención y las minorías que no logren impulsar sus posiciones no son mandatadas a dejar de militar por ellas, el único mandato es acatar los paros y medidas y no salir a hablar en contra .
Es la formula de la unidad, que algunos en su concepción sindical “profesional”, “burocrática”, quieren desmontar, jugando a silenciar el disenso por la vía de la exclusión, acaso piensan que lo que no logro la dictadura militar a sangre y fuego, podrán lograrlo desde una oficina, el no permitir la las diferentes visiones y sofocarlas, jamás podrán porque nuestro pueblo es rebelde y los sindicatos reflejan en su extensión el sentir del pueblo trabajador.
Hoy en el conjunto del movimiento obrero y en sus organizaciones e inclusive en el PIt CNT, existe una profunda crisis de participación, producto de una avanzada ideológica que busca eliminar el concepto de lucha de clases, que busca sustituirlo por el de la concertación y conciliación, un profundo lavaje del contenido de lucha contra la explotación y opresión de las patronales, ya no somos trabajadores, somos colaboradores, ya no somos anticapitalistas, queremos inversión, obviamente que el trabajo que lleva el pan a la mesa es fundamental y no somos unos fantasiosos que no saben dónde están parados, pero sino levantamos las viejas banderas y empezamos a mostrar los dientes iremos viendo como nos volvemos un sindicalismo burocrático y miserable, que no llega a organizar a los sectores más empobrecidos e informales.
La llamada batalla cultural, donde el individualismo triunfa, sumada a la persecución de los sindicalizados, listas negras y despidos, sumada a las leyes antipiquetes y antiocupación, de manera doble nos están desarmando, sacando la coraza de la ideología y tirando la espada de las medidas de fuerza, nos quieren desnudos, inermes, dóciles, representados por un sindicalismo profesional cautivo de las patronales.
En la mesa pasada uno de sus integrantes decía con respecto a la consigna del MODELO DE LA DESIGUALDAD que la misma es una perogrullada, porque todos saben que el CAPITALISMO ES DESIGUAL , pese a su concepción más reformista este compañero dijo una gran verdad, mientras exista el capitalismo existirá desigualdad, por lo tanto bajarse de las concepciones anticapitalistas y de confrontación con los patrones es condenarnos a la eterna injusticia y explotación.
El programa de la clase hoy, debe ir por el camino del fortalecimiento de los sindicatos, lograr más organización, más acción y coordinar las luchas con medidas que afecten la producción, no queda otra, el resto de los planteos son cantos de sirena, hay que repartir la torta, el PBI del país ha crecido, a cada habitante le corresponderían 22.797 dólares anuales de la torta del producto, 87.000 pesos por mes a cada persona, esa es la riqueza que generamos los trabajadores y se la llevan los patrones, que cada vez más son enormes conglomerados multinacionales, ni siquiera les vemos la cara y se llevan el pan de los niños que pasan hambre , los condenan a la pobreza.
El mantenimiento de la Unidad sindical, ante este panorama tan nefasto, de poca participación, lavaje ideológico, persecución y judicialización de la protesta, la vuelve un elemento estratégico, fundamental, mas importante que sesudos análisis de modelos productivos y cualquier cháchara politológica o económica, faltan brazos y cabezas, hay lugar para todos, los que quieran volver la trenza en un lazo para cabestrear a los sindicatos y ponerlos de como furgón de cola del gobierno le erran, que dejen que se expresen los puntos de vista, que la libertad sindical florezca, acaso piensan que podrán acallarnos o disciplinarnos, no pudieron ni podrán.
La Mesa Grande sin exclusiones es democracia, la mesa chica con excluidos es burocracia.

