La familia ferroviaria recibió otro duro golpe, se nos fue el compañero Ramón Giménez, se lo llevó una dura enfermedad.

Un compañero firme, que producto de las privatizaciones y entregas, tuvo que emigrar de una gerencia a otra.

Un compañero laburante, solidario, un hermano ferroviario más.

Una breve anécdota lo describe a cabalidad:

 Era febrero de 2018, nuestra Unión Ferroviaria se vería inmersa en un conflicto que desembocaría en una huelga de 23 días, un conflicto que fraguó la unidad de los trabajadores, independientemente del derecho público o privado que el gobierno de turno nos impuso.

Ante las provocaciones patronales y los despidos en el sector privado, la Unión se declara en conflicto, justo en ese momento una delegación de empresarios chinos venía a recorrer la vía del futuro ferrocarril central, venían por su porción de la torta, una porción del pastel del Ministro Rossi.

Cuando los empresarios chinos llegan a Florida y se disponían a recorrer la vía en un coche motor, la UF decreta un paro de la estación, un paro duro, un paro con mucha presión.

Bastó una llamada al compañero y no dudó, paró con fuerza, los empresarios chinos se quedaron con las ganas de viajar, se sacaban fotos, no sabían lo que era un paro.

Una delegación de la directiva se hizo presente en el lugar para respaldar, pudimos apreciar la fortaleza del compañero.

Fue un momento duro, peleamos solo con el respaldo de unos pocos sindicatos hermanos, a las horas se ocuparía Carnelli  por 23 días, el grueso del movimiento sindical miraba para el costado, a algunos hoy los vemos rasgarse las vestiduras por la mitad o menos de los que nos hicieron a nosotros.

Todos los que militamos en el sindicato, lo hacemos para enfrentar las injusticias, luchamos contra ellas, a veces ganamos otras perdemos, como nos gustaría hoy poder revertir la partida del compañero, como nos gustaría que un paro evitara este final.

Se nos fue el compañero, sigue vivo en el recuerdo, recordaremos esa hazaña, cuando un humilde ferroviario enfrentó a los poderosos y los dejo a pie, nunca lo olvidaremos.

A su familia y compañeros, en este momento de dolor, un abrazo.

Hasta siempre Ramón.