PREGUNTA A UN ECONOMISTA, QUE SE DIGA DE “IZQUIERDAS”
Permítanos un preámbulo antes de ir a la pregunta de fondo, para poner en contexto.
El ferrocarril comenzó en nuestro país a finales del siglo XIX, las primeras locomotoras a vapor tenían una capacidad de arrastre limitada, no superando las 50 toneladas, entre principios y mediados del siglo veinte en los trazados del país y con los rieles instalados podían arrastrar trenes de 400 a 500 toneladas, de mediados del siglo veinte hasta el final ya se podían arrastrar trenes de 1000 toneladas y ahora en el primer cuarto del siglo XXI tenemos en el FCC locomotoras que arrastran hasta 2000 toneladas.
En otras partes del mundo, con un desarrollo ferroviario sostenido y en planicies los trenes de mercancías superan las 4000 toneladas, inclusive acoplando más de una locomotora en la tracción, ni que hablar de las velocidades de los trenes de pasajeros t otros adelantos sorprendes.
Volviendo al Uruguay, los maquinistas y foguistas antes de la dictadura tenían jubilación bonificada, derecho perdido y nunca más recuperado, pese a ese beneficio es conocido el caso del primer presidente de la Unión Ferroviaria Gregorio Alpuin , que murió antes de poder jubilarse y era recordado de la siguiente forma: “El compañero que desaparece no pudo ver cumplidos los más caros anhelos de su vida, que era el poder acoger a los beneficios de la jubilación, para dedicarse por entero al cariño de los suyos luego de casi 30 años de trabajo y el ver a su querida Unión Ferroviaria en el plano de grandeza que todos deseamos”.
Toda una vida de trabajo y el mayor anhelo de tener una jubilación no fue alcanzado por Alpuin.
Alpuin era maquinista, en esa época los convoy no superaban las 500 toneladas, y los maquinistas tenían jubilación bonificada por las calderas, 80 años después se arrastran 1000 toneladas y en el ferrocarril central serán 2000 toneladas, con una productividad cuadruplicada hoy Alpuin tampoco se hubiera jubilado, hemos perdido las bonificaciones y ahora se ha aumentado la edad jubilatoria a 65 años, estamos peor, con las AFAP que saquean los dineros de los trabajadores y se los llevan para otros países.
Retomando la evaluación del impresionante salto tecnológico en el sector , con incrementos fabulosos, llegando al punto que en el mundo existen trenes que circulan solos controlados en forma remota y que en nuestro país en el FCC la tripulación es solo de un conductor, además de los sistemas automáticos o remotos de cambios, barreras y señales, todo en detrimento de la cantidad de personas empleadas y en aumento de las toneladas por trabajador transportadas.
Vamos a la pregunta:
Si hemos aumentado la cantidad de toneladas por trabajador del sector transportadas, si la modernización en curso plantea inclusive aumentos mayores.¿ Por que debemos ceder 5 años más de trabajo obligatorio en la actividad?
¿Cuando seremos libres del trabajo y dedicarnos a la recreación?
¿Por qué la tecnología en vez de liberarnos obliga a trabajar más tiempo y genera desempleo, con un circulo viciosos de esclavitud y miseria.?
Ningún economista puede predecir cuanto va a vivir cada persona, sacan promedios, pero en los promedios se ahogan los enanos, son fríos en sus cálculos cuando no les toca su tiempo libre o su sueldo y miran para el costado cuando un gerente de República AFAP gana 800.000 pesos por mes.
No somos cifras, somos personas, no queremos sucumbir en un promedio como las 5.060 personas por año que morirán entre los 60 y 65 años, un estadio centenario cada 10 años sin derecho a jubilarse, aportando con su dinero a los fondos de pensiones del mundo rico mediante las AFAP, sacando el dinero del país y no destinándolo a las políticas de seguridad social y salud que han prolongado nuestra vida.
Señores y señoras economistas, no le mientan a la gente, la tecnología genera riquezas como nunca, es posible trabajar menos tiempo, lo que pasa es que hay que repartir más y ahí la calculadora de los 111 no tiene la operación de dividir, solo la de restar.
Si analizamos además otros sectores de actividad los saltos tecnológicos inclusive en nuestro país son impresionantes, los kg de soja por hectárea , arroz , trigo, las toneladas de madera cosechada por trabajador, la siembra directa de cultivos y forrajes, el uso de maquinaria en sustitución del trabajo animal y humano es fabuloso en el sector agropecuario, basta comparar una zanja hecha a pico y pala o lo que hace una retroexcavadora o arar con bueyes o un tractor de 200 caballos de fuerza.
El plebiscito de la seguridad social, en su simpleza, pone en su lugar a cada uno, si queremos repartir los frutos del trabajo o seguir achicando la parte de los trabajadores, si estamos con el capital o con el obrero, hoy hay 111 que dieron el paso de enfrentar desde una falsa sapiencia al mundo de los trabajadores, de hacer las cuentas solo para el lado del patrón.
Los desafiamos a que respondan por qué hay que trabajar hasta morir, ojala ellos no sean uno de los 5060 que morirán por año sin poder jubilarse, tienen menos posibilidades por su nivel de ingreso, pero no lo tienen asegurado, porque aún la ciencia no lo cura todo, no se lo deseamos pero…… cada uno cosecha lo que siembra
En octubre, tenemos una oportunidad, como trabajadores de obligar a repartir la torta, a rebelarnos del poder tecnocrático, una oportunidad histórica.