Recibimos estas palabras de un ferroviario que prefirió el anonimato, como la página es de los ferroviarios decidimos publicarlas y compartirlas, creemos que se expresan los sentimientos econtrados que nos  estremecen a todos.

Adios amargo a los compañeros «Cotorra» y «Pildorita»

Entre fiestas, familia, incertidumbre, preocupación, cambio de trabajo forzado, los
ferroviarios perdimos dos compañeros y se sufren como familia que somos.
En un mundo en que todo se vende, se compra, se anhela y parece necesitarse
mas q nada, nos damos cuenta que nada es más valioso que la vida y es ahí
cuando dejamos de lado banderas, opiniones, contradicciones y nos apoyamos para
sufrirla juntos.
Los ferroviarios venimos siendo el blanco de todos los gobiernos, sin que a nadie le
importe que pasamos, o que sufrimos junto con nuestras familias.
Y lo que mas les duele y molesta es que somos asi, nos peleamos, enojamos y
parecemos débiles por eso y lo que no parecen entender es que cuando nos tocan
al de al lado es como tocar un hermano.
Porque es lo que somos hermanos de clase ferroviaria, como nadie en otros
lugares.
No puede pasar desapercibido todo el daño que nos han hecho queriendo
comprarnos, usarnos, presionarnos llevándonos a enfermarnos, deprimirnos y en el
mejor de los casos llevar años sin saber q pasara mañana con nosotros y nuestra
casa que es el ferrocarril, o sea con una calidad de vida física y mental desastrosa.
Hoy nos preguntamos ante estas situaciones será para tanto? Debemos vivir asi de
preocupados cuando a quienes les corresponde hacer lo correcto realmente han
demostrado no importarles?
Creo que si compañeros más que nunca debemos sacar fuerzas del dolor, de la
indignación pero más que nada del amor que le tenemos a nuestra profesión y la de
tantos que nos antecedieron.
Unirnos en la lucha como lo hacemos en las que duelen y pelear contra quien sea el
depredador de nuestro ferrocarril de turno.
Que no quede impune este dolor.
Hasta siempre Cotorra Viera y Pildorita Gutierrez.
Un ferroviario.